La llamada a la oración desde las innumerables mezquitas de Europa Occidental se han convertido en un rasgo característico —y muy incómodo— de nuestras ciudades, pero dos partidos conservadores holandeses aspiran a prohibirla, al menos cuando usen medios de amplificación de sonido en áreas residenciales.
El Partido Político Reformado (SGP) y el Respuesta Correcta 21 (JA21), dos partidos minoritarios holandeses, han presentado un proyecto de ley destinado a prohibir las llamadas islámicas amplificadas a la oración en zonas residenciales, argumentando que la práctica contraviene las normas culturales holandesas, informa De Telegraaf.
Hasta 1990, era relativamente raro que se usaran megáfonos en las mezquitas holandesas para transmitir el adhan o llamada a la oración, pero ahora son omnipresentes, «desde Ámsterdam hasta Alblasserdam», en palabras de Flach, quien sentencia: «No encaja con la cultura holandesa».
Señalan que las transmisiones actuales proclaman a viva voz textos religiosos y frases como «Alá es el más grande» y «no hay otro dios sino Alá» varias veces al día. Argumentó que cuando se modificaron las leyes en 1988 para permitir los llamados religiosos amplificados bajo la Ley de Manifestaciones Públicas, los legisladores no previeron lo generalizados y ruidosos que llegarían a ser.
Inciden en el aumento constante de la práctica islámica, que se está infiltrando en el estilo de vida holandés. «Hoy en día, unas 40 mezquitas tocan el adhan los viernes, pero con unas 500 mezquitas en los Países Bajos y un número en aumento, ¿cuántas habrá dentro de 10 años?». En algunos barrios, «realmente te sientes como si estuvieras en Estambul o Marrakech», añadió.